sábado, 12 de noviembre de 2011

Un pequeño resumen de mi viaje a Jerusalén.

El 10 de Agosto del año pasado tuve la oportunidad de visitar Jerusalén con mis compañeros de la clase de la Universidad de Tel Aviv. Entre los lugares que visitamos destacan la Colina de la Munición, que recibe ese nombre porque el general inglés Allenby escondió allí la munición de su ejército en el contexto del combate contra el  Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Posteriormente, tras la primera guerra árabe-israelí (1947-1949) el sector oriental de la ciudad de Jerusalén quedó bajo administración del Reino Hachemita de Jordania y los jordanos establecieron allí una importante base militar desde la que controlaban el paso de la Jerusalén Occidental (bajo soberanía de Israel) al enclave israelí del Monte Escopus. Precisamente, su privilegiada situación estratégica, fue la causa de la sangrienta batalla que allí mantuvieron los ejércitos israelí y Jordano durante la Guerra de los Seis Días (Junio de 1967). Tras la victoria israelí y la posterior reunificación de la ciudad, la Colina de la Munición es a día de hoy un museo donde se conmemora esa batalla y hay un monumento a los soldados caídos de ambos ejércitos, el israelí y el jordano.

Tras visitar la colina, visitamos las murallas de la ciudad vieja y saliendo por la puerta de Jaffa nos fuimos al barrio de Mamilla, restaurado en los últimos años con calles peatonales, zonas ajardinadas y tiendas bastante pijas y caras. Allí nos dieron tiempo libre y me fui con unos amigos para comer en una de las hamburgueserías del barrio y darnos una vuelta por las calles más comerciales, donde pudimos ver una exposición de estatuillas bastante curiosas:


Tras ese pequeño paseo, nos reunimos con el grupo y visitamos la Ciudad Vieja. Me gustó mucho el Shuk o mercado del barrio árabe porque me recordó a la Calle Elvira y a la Alcaicería de la ciudad de Granada. Si habéis visitado esas zonas de la capital granadina, seguro que esta foto os la recordará:


Posteriormente visitamos el barrio judío, los restos arqueológicos de la Ciudad de David y el Muro de los Lamentos o "Kotel HaMarabí" (Muro Occidental según la tradición judía). 
El Kotel o muro Occidental es el último vestigio del Templo de Salomón, reconstruido en varias ocasiones y ámpliado por el Rey Herodes en el siglo I a.C. En la tradición cristiana se le conoce como "Muro de los Lamentos" porque el emperador romano Marco Aurelio prohibió a los judíos vivir en Jerusalén como cástigo por la rebelión liderada por Shimón Bar Kojba (132-135 d.C.). Sólo por la festividad del 9 de Av, los judíos podían acceder a la ciudad y iban a orar y recordar la destrucción del Templo al único vestigio que quedaba en pie, el Muro Occidental. Los cristianos pensaban que iban allí a lamentar la destrucción de Jerusalén por la rebelión anteriormente mencionada y de ahí el nombre de "Muro de los Lamentos".

Finalizamos nuestro viaje a Jerusalén con una visita a la Iglesia del Santo Sepulcro, donde, según los Evangelios y la tradición cristiana, Jesús fue enterrado y resucitó tras su crucifixión en el Gólgota. La Basílica del Santo Sepulcro es de estilo bizantino y ha sido un importante centro de peregrinación cristiana desde el siglo IV d.C. Tras esta visita, salimos de la Ciudad Vieja y nos recogieron nuestros autobuses para regresar a Tel Aviv tras un día cargado de emociones y sensaciones.

Como resumen del viaje os dejo con la siguiente presentación:




   

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Sarit Hadad: Sh'ma Israel (escucha Israel). Mi canción favorita en hebreo.


Sarit Hadad (foto) es una de las cantantes israelíes más conocidas de esta última década. Ha ofrecido conciertos en muchos países, como Francia, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina o Australia, y  representó a Israel en el festival de Eurovisión del año 2002. No lo hizo mal. Su canción "Light a Candle" quedó en una digna duodécima posición. Su estilo musical se puede definir como pop "mizrahí": es decir, musica pop fusionada con ritmos orientales y árabes. De hecho, su familia tiene orígenes tunecinos y Sarit habla también la lengua árabe, además de otros idiomas como el inglés o el hebreo. Conocí su música gracias a un buen amigo mío que también estudiaba hebreo moderno en la Universidad de Granada y mi canción favorita se titula "Sh'ma Israel" (escucha Israel). Os dejo con el audio de la canción y espero que os guste.



PD. Letra de la canción en hebreo y traducción en inglés, aquí.
  

Kristallnacht.

Esta noche se conmemora el septuagésimo tercer aniversario de la Kristallnacht o 'noches de los cristales rotos'. Para recordar esta triste efeméride y desear que nunca más se repitan hechos tan lamentables como esos, os dejo con el siguiente vídeo:






domingo, 6 de noviembre de 2011

Los vándalos y la caída del Imperio Romano de Occidente.

He encontrado un documental interesante sobre el reino vándalo del Norte de África y el papel que ejercieron las huestes de Genserico en la caída del Imperio Romano Occidental durante las décadas centrales del siglo V. Espero que os guste el documental. En el siguiente vídeo podéis ver la primera de sus cuatro partes:



miércoles, 2 de noviembre de 2011

La "Renovatio Imperii Romanorum" de Justiniano I: ¿un proyecto fracasado?

Uno de los grandes topicazos historiográficos repetidos hasta la saciedad en manuales de historia de Bizancio o del mundo tardo-antiguo afirma que la "Renovatio Imperii Romanorum" o “restauración del imperio de los romanos”, emprendida por el emperador Justiniano I (527-568) fue un fracaso y significó un sacrificio de las provincias orientales del Imperio en beneficio de un renqueante Occidente. En efecto, esa visión catastrofista del gobierno y del proyecto político justinianeo se puede encontrar en las páginas de las obras históricas de grandes estudiosos del mundo tardo antiguo y bizantino como Edward Gibbon, Alexander A. Vassiliev, Charles Diehl, GeorgeOstrogorsky, Ernst Stein o más recientemente Averil Cameron.


Esa visión, consagrada en la historiografia bizantina y tardo antigua desde el siglo XVIII en adelante, se basa en una lectura acrítica de los datos que nos proporciona el historiador Procopio de Cesárea, especialmente en su obra "Historia Secreta", todo un verdadero panfleto anti-justiniano, cuyo valor histórico se ha magnificado. De hecho, un análisis crítico del período y la contrastación de los datos de Procopio con los de otros autores contemporáneos como Agathias o Menandro 'el Protector', nos permite matizar esta visión catastrofista en muy buena medida:

1 - La "Renovatio" no fue un fracaso sino un éxito que permitió reunificar nuevamente bajo soberania imperial el Mundo Mediterráneo tras la fractura provocada por la conquista del África romana por los vándalos de Genserico I (429-477).

 (El imperio bizantino a la muerte de Justiniano en el 565. El Mar Mediterráneo volvía a ser un "lago romano").


2 - los datos que nos aportan los registros arqueólogicos tanto en el norte de África, como en Italia u Oriente, nos permiten conocer que los siglos VI-VII no fueron de recesión económica y de crisis agraria -como defiende la historiografía tradicional- sino todo lo contrario. La reunificación del Mediterráneo bajo soberania imperial incentivó las relaciones económicas, comerciales y los intercambios culturales entre las ribas oriental y Occidental del "Mare Nostrum". Además, tanto en Anatolia como en el norte de África, los datos obtenidos por los registros arqueológicos nos muestran que fue una época de crecimiento económico y esas tierras volvieron a tener una prosperidad agraria y comercial similar a la que habían tenido en el siglo IV. De hecho, algunas zonas del Magreb no recuperarían ese nivel de producción agraria hasta bien entrado el siglo XX, especialmente debido a la política de tierra quemada de los conquistadores árabes en las provincias de la Cirenaica y la Tripolitana (actual libia) o en varias regiones de Argelia y Marruecos.  Eso sí, los cronistas árabes posteriores, como Al-Hakam, culparon de esa política de tierra quemada a los beréberes, como por ejemplo a la legendaria reina Kahina.


3- Ciertamente, nada más morir Justiniano I (567) se produjo una grave crisis con la aparición de la amenaza ávaro-eslava en el frente balcánico, la reanudación de la guerra persa en Oriente y la apertura de un nuevo frente con la irrupción de los lombardos en Italia a partir del año 568-569. Sin embargo, esa situación de crisis no era coyuntural, debido a un agotamiento de los recursos económicos y militares por parte de Justiniano, sino que se debió a la nefasta política diplomática de su sucesor, el emperador Justino II (565-578), especialmente en los Balcanes donde despreció la amenaza de los ávaros. La mejor demostración de que el imperio no estaba exhausto ni militar ni económicamente son las importantes campañas militares de los emperadores  Tiberio II (578-582) y Mauricio (582-602) en varios frentes simultáneos, el Oriental, el balcánico, el danubiano y el occidental, durante más de veinte años. De hecho, las grandes victorias militares del emperador Mauricio permitieron que a la altura del año 602 la 'Romania' fuese nuevamente la potencia hegemónica en el Mundo Mediterráneo y en el Próximo Oriente: los ávaros estaban a punto de ser machacados en los Balcanes, la creación de los exarcados en el Norte de África e Italia había neutralizado la amenaza lombarda y de los 'mauri', y en Oriente el Imperio Persa se había declarado estado vasallo de Constantinopla gracias al ventajoso acuerdo de paz alcanzado en el año 591 entre Mauricio y el monarca  Cosroes II Pervez (el victorioso), quien se había declarado hijo adoptivo del emperador bizantino para agradecerle su apoyo militar en la reciente guerra civil persa.

4- La crisis se inició en el año 602 con la rebelión del ejército balcánico, la deposición y asesinato de Mauricio y el ascenso al poder del centurión Focas (602-610). Esta situación es aprovechada por los persas para recuperar el terreno perdido e incluso iniciar la ocupación de las provincias orientales del imperio, Egipto, Siria y Palestina. Además, los visigodos en en Hispania y los lombardos en Italia volvieron a tomar la iniciativa con nuevas conquistas territoriales. La situación era tan insostenible que Heraclio 'El Joven', el hijo del exarca (gobernador) de Cartago, se rebeló contra Focas en África y se dirigió hacía Constantinopla para deponer al tirano.


5-  Cuando Focas fue depuesto en el año 610 por un general africanista, Heraclio 'El Joven', conocido como Heraclio I (610-641), la situación del imperio era crítica: durante los años siguientes, con una 'Romania' en plena descomposición interna, los persas consolidaron la ocupación de Siria, Palestina y Egipto en Oriente mientras que los ávaros y sus aliados eslavos se adueñaban nuevamente de los balcanes e incluso llegaban a asediar Constantinopla en el 626. La situación en las provincias occidentales reconquistadas por Justiniano I no era mucho mejor pues los visigodos se apoderaron de las últimas posesiones imperiales en Hispania en el año 626. Sin embargo, Bizancio no estaba acabada. Heraclio I replegó sus tropas en Anatolia y lanzó un contrataque feroz. En menos de ocho años, un debilitado imperio persa se rindió y las águilas romanas pusieron a raya otra vez a los ávaros y sus aliados eslavos en los Balcanes, especialmente gracias al ingenio militar y a la hàbil política diplomática de Heraclio, especialmente con su alianza con los Jázaros. En el año 630, cuando el emperador Heraclio I  devolvió la reliquía de "La Vera Cruz" a Jerusalén, Bizancio era la única superpotencia del mundo mediterráneo y su rival persa estaba ya en franca retirada.

6- Sin embargo, casi cincuenta años seguidos de guerra en Oriente frente a los persas, en el Danubio frente a los ávaros y en Italia frente a los lombardos, pasaron factura y dejaron al imperio sin tiempo de reacción ante la expansión islámica, iniciada por Mahoma y sus sucesores, los califas ortodoxos, a partir de la entrada del profeta en la Meca y la reunificación de las diversas tribus árabes en el año 630. Tras varios enfrentamientos previos, la derrota bizantina en la batalla de Yarmuk (636) abrió las puertas de las provincias de Siria y Palestina a los ejércitos del Islam y dos años más tarde, en el 638, el Califa Omar, ataviado como un profeta bíblico, entró en Jerusalén. Heraclio I se repliega hacía Anatolia para preparar otra contraofensiva, pero no tuvo tiempo: murió en el año 640 y la crisis sucesoria que se produjo a su muerte acabó por consolidar las conquistas islámicas en Siria-Palestina y Egipto, privando al imperio de uno de sus grandes graneros.

Es a partir de ese momento cuando quiebra la unidad del ‘Mare Nostrum’ y con ella el gran proyecto justinianeo. En este sentido, me parece muy interesante la tesis defendida por Henri Pirenne sobre la quiebra de la unidad del Mediterráneo por la expansión islámica. A partir de la consolidación de la expansión Islámica - durante la segunda mitad del siglo VII y las primeras décadas del VIII-, el Viejo 'Mare Nostrum' se divide definitivamente en los tres àmbitos culturales del mundo mediterráneo medieval: el Occidente latino, el mundo Oriental Bizantino y el Mundo Islámico. Esta división se consolidó el día de Navidad del año 800 con la coronación imperial de un monarca franco, Carlomagno, como emperador en Occidente.

Un último apunte para finalizar. Muchos historiadores y estudiosos del reinado de Heraclio (John Haldon por ejemplo) consideran que con su muerte y la consolidación de la expansión islámica durante las décadas siguientes finaliza el proceso de transición del mundo antiguo al medieval. 

lunes, 31 de octubre de 2011

La inmersión lingüística del hebreo y su impulsor, Eliézer Ben Yehuda.

En las últimas semanas, la sociedad catalana ha debatido acaloradamente sobre el módelo de la inmersión lingüística en catalán, especialmente desde que el pasado 28 de Julio un auto del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) diese un plazo de dos meses al Departament d'Ensenyament de la Generalitat para que modificara el módelo educativo y se considere también el castellano también como lengua vehicular de enseñanza junto al catalán.

Este debate no es novedoso. Se ha dado anteriormente en Catalunya, en otras comunidades del estado como Euskadi y óbviamente fuera de nuestras fronteras. De hecho, a inicios del siglo XX, la comunidad judeo palestina también debatió si el hebreo debia ser la lengua vehicular de la enseñanza en las escuelas, institutos y universidades del país en detrimento de otras lenguas muy comunes entre los judios centroeuropeos emigrados a Palestina como el ruso, el polaco, el Yiddish, el Ladino o el alemán. Ese debate, conocido en Israel como "La guerra del hebreo" (מלחמת על העברית)  levantó encendidas pasiones durante varias décadas y finalmente el hebreo acabó imponiéndose.

(Eliézer Ben Yehudá, uno de los grandes impulsores del renacimiento del hebreo).

Su impulsor y uno de los grandes artífices del renacimiento del hebreo como lengua moderna fue Eliézer Yitzjak Perelman, conocido también como Eliézer Ben Yehudá. Perelman nació en la aldea bielorrusa de Luzhky el 7 de Enero de 1858. Como la mayoría de niños judíos de la Europa Oriental de su tiempo, estudió hebreo desde muy pequeño y posteriormente, en su juventud, continuó su formación académica en una "Yeshivá" o escuela religiosa rabínica. Pero, seducido por las ideas de la "Haskalá" o "Ilustración judía", nuestro joven protagonista abandonó sus estudios religiosos para recibir una formación académica secular, graduándose en sus estudios de educación secundaria en el año 1877.


Por esa misma época, influido por las recientes unificaciones de Italia y de Alemania, y por el apoyo de la Rúsia zarista a la independencia búlgara del Imperio Otomano, al igual que otros pensadores e intelectuales judíos, precursores del Sionismo político de Herzl, como por ejemplo Moshé Hess o León Pinsker, Perelman evolucionó hacía ideas nacionalistas y defendió el regreso del pueblo judío a su patria ancestral, Palestina, y la recuperación de la lengua hebrea como idioma nacional.


Finalmente, siendo consecuente con sus ideas, tras estudiar medicina en París durante tres años, Eliézer Yitzjak Perelman se estableció en Palestina con su familia en el año 1881. Se instaló en Jerusalén y al poco tiempo consiguió trabajo como profesor en una escuela vinculada a la Alianza Israelita Universal, una institución nacida en Francia veinte años antes para dar su apoyo económico y educativo a las comunidades judías de Europa del Este, del Magreb y de Oriente Medio. Allí, en Jerusalén, observando a judíos de distintos orígenes, nuestro joven profesor se dio cuenta de que, en ocasiones, la gente tenía dificultades para entenderse porque entre ellos hablaban lenguas diferentes como el Yiddish, el Ladino, el ruso, el polaco o el alemán. Perelman, partidario del renacimiento cultural del hebreo, se convenció de la necesidad de convertir esa lengua en el idioma oficial del pueblo judío tanto en Palestina como en el resto del mundo.

Perelman hebraizó su nombre en Eliézer Ben Yehudá y trazó un plan de acción para revitalizar el uso del hebreo, especialmente en tres ámbitos: en el hogar, en la escuela y lo que él denominó como "palabras, palabras, palabras" (מילים, מילים, מילים), es decir, la creación de un nuevo vocabulario científico y para cubrir todos los aspectos mundanos de la vida diaria moderna. De hecho, Ben Yehudá fue el creador de unas tres mil palabras nuevas en hebreo, como por ejemplo helado, toalla, radio o bicicleta, inexistentes en el el antiguo hebreo bíblico. Además, para difundir su uso cotidiano entre la población fue el fundador y redactor jefe de varios periódicos, como "HaZvi" (el ciervo) o "HaOr" (la luz). También escribió el primer diccionario de hebreo moderno y fue uno de los precursores de la Academia de la Lengua Hebrea.


Para alcanzar el objetivo de implantar el hebreo como lengua de uso doméstico y familiar, Ben Yehudá decidió educar exclusivamente en esa lengua a sus hijos. Su primer hijo, Ben Tzion, fue el primer niño judío en más de dos milenios que tenía como lengua materna el hebreo única y exclusivamente. De hecho, conseguirlo no fue una tarea fácil y, en ocasiones, nuestro protagonista no se privó de utilizar medidas drásticas, como enviar a su hijo a la cama si venían visitas de amigos que no hablaban en hebreo o regañar a su esposa, Débora, si le cantaba al niño nanas en ruso.
 
Antes de venir a Palestina, Ben Yehudá ya había notado el éxito de la enseñanza del ruso entre los niños de comunidades del imperio zarista que no lo tenían como lengua materna y se mostró partidario de que todos los profesores y rabinos de las escuelas religiosas y seculares de la comunidad judía de Palestina dieran sus clases en hebreo sin importar la materia: matemáticas, historia, geografía, Torah..., todas las clases deberían ser única y exclusivamente en hebreo. Él mismo predicó con el ejemplo y dio sus clases en esa lengua en la escuela donde trabajaba. En un principio, muchos amigos, vecinos o docentes se burlaron de su iniciativa y lo trataron de loco, pero el éxito alcanzado con sus alumnos fue clave para que otros profesores copiaran su iniciativa a pesar de las dificultades, como la inexistencia de vocabulario científico, verbos o sustantivos para enseñar las diferentes materias en una lengua milenaria pero a la vez nueva desde un punto de vista científico. Sin embargo, gracias al empuje de nuevas oleadas de emigrantes judíos de Europa central y Oriental a Palestina durante las primeras décadas del siglo XX, la necesidad de una lengua nacional para los miembros del "Yishuv", la comunidad judeo-palestina, se hizo evidente y el hebreo acabó por imponerse como la lengua vehicular educativa. El camino no fue fácil, pero una vez iniciado no se dieron pasos en falso. Así, en el año 1905, se fundó en Yaffo (Jaffa en árabe) la "Gimnasia de Herzilia", el primer centro educativo donde la educación se impartía exclusivamente en hebreo. Esta fórmula fue copiada dos años más tarde en la "Gimnasia de Jerusalén" y en otros centros de enseñanza. Sin embargo, el debate definitivo sobre el uso del hebreo como lengua vehicular en la educación se dio con la fundación del Instituto Technion de Haifa en 1913. En un principio, la dirección del instituto, los profesores y los alumnos acordaron que el alemán fuera la lengua de enseñanza en dicho centro, pero eso provocó las protestas de alumnos y docentes partidarios del hebreo, que llegaron a hacer huelgas y prepararon importantes campañas de difusión de sus ideas a favor de la enseñanza en hebreo. El debate acabó superando las paredes del Technión y se discutió acaloradamente durante varios años por todo el país si el hebreo debía ser o no la lengua vehicular de la educación en el "Yishuv". Finalmente, hacía el año 1918-19, al finalizar la Primera Guerra Mundial (1914-1918) e iniciarse el Mandato Británico sobre Palestina (1918-1948), los partidarios del hebreo habían conseguido imponerse y su lengua ya se había consolidado como la vehicular de enseñanza en las escuelas de primaria, secundaria e incluso en el mundo universitario, especialmente a partir de la fundación de la Universidad Hebrea de Jerusalén en 1925.


Eliézer Ben Yehudá murió tres años antes, en 1922. En esos momentos, como acábamos de ver, el hebreo ya se había consolidado como lengua vehicular de la enseñanza, pero todavía había gente que en la calle no lo hablaba porque prefería hablar el idioma de sus países de origen o el Yiddish, una lengua muy popular entre los judíos Ashkenazitas de la Europa central y Oriental. Los partidarios más extremistas del uso del hebreo respondieron con la creación de batallones de la lengua para combatir la influencia del Yiddish y de las lenguas extranjeras entre la comunidad judeo-palestina. Su lema era "yehudí, daber ivrit" (judío, habla en hebreo) y se manifestaron activamente durante los años siguientes para potenciar el uso del hebreo en la calle y contra el uso de nombres extranjeros en las tiendas, negocios o incluso en el cine y la música, como la llamada campaña del cine del año 1930, donde exigieron que en las salas de cine no se pasaran películas extranjeras o las que tuvieran canciones en otras lenguas que no fuese el hebreo. 

Estas campañas tuvieron un notable éxito y finalmente el hebreo también se convirtió en una lengua muy popular y de uso diario en la calle, antes incluso de la independencia del estado de Israel en 1948. 

Actualmente, es una lengua de uso común entre las comunidades judías de la diáspora y es también el idioma oficial del estado de Israel junto al inglés y al árabe. El objetivo soñado por Eliézer Ben Yehudá es ya una realidad y hoy el hebreo es el idioma nacional del pueblo judío tanto en Israel como en la diáspora.



Un pequeño vídeo del programa infantil "Shalom Sesame" (Barrio Sésamo) donde se nos resume en inglés la vida de Eliézer Ben Yehuda y su labor inagotable en el renacimiento del hebreo como lengua moderna y de uso común entre los israelíes y las comunidades judías de todo el mundo.   

viernes, 28 de octubre de 2011

Réquiem por Muamar El Gadafi.







El pasado jueves 20 de Octubre, a primera hora de la mañana, Muammar el Gadafi y sus últimos fieles intentaron romper el bloqueo de las milicias del Consejo Nacional de Transición libio (CNT) sobre su último gran bastión, Sirte. Pero sus movimientos fueron descubiertos por los radares de las bases de la OTAN en el sur de Italia y la caravana de vehículos del dictador fue seguidamente bombardeada por aviones franceses y estadounidenses. Aprovechando el caos provocado por el bombardeo, y con los milicianos siguiéndoles la pista, Gadafi y un pequeño grupo de fieles consigue refugiarse en unas cloacas, donde finalmente son detenidos por los rebeldes. Las imágenes de su brutal linchamiento, de su posterior ejecución sumaria y la ‘pornográfica’ exhibición de su cadáver, el de su hijo Mutasim y el de su ministro de defensa Abu Bakr Yunes Jaber, durante cuatro días en una congeladora de carne del mercado de Misrata, ponen el epitafio final a un megalómano, sanguinario dictador, promotor del terrorismo internacional en los ochenta y excéntrico aliado de Occidente en esta última década.

Muamar el Gadafi nació en Sirte el 7 de Junio de 1942 en el seno de una familia de beduinos perteneciente a la tribu de los Gadafa. En su juventud, fue influenciado por el socialismo y las ideas del nacionalismo árabe del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. Estudió derecho en la Universidad de Trípoli, concluyó sus estudios en Gran Bretaña y seguidamente ingresó en el ejército y fue el fundador de la Unión de Militares Libres de Libia. Gadafi era un militar joven, con buena planta y ambicioso. Su momento llegó en Septiembre de 1969. El Rey Idriss, que había gobernado Libia desde su independencia en 1951 y era un firme aliado de las potencias occidentales, es derrocado en un golpe de estado militar y el joven Gadafi, con tan sólo 27 años de edad, se pone al frente de la revolución.

La caída de la monarquía y la llegada al poder de Gadafi y sus oficiales libres provocó grandes cambios. Libia rompió con Occidente y se acercó al bloque de países árabes aliados de la URSS, liderados por el Egipto de Nasser y la Siria de Hafez Al-Assad. Durante los años siguientes, Gadafi va elaborando las bases ideológicas del nuevo estado libio, la “Yamahiriya” o “gobierno de las masas”, un híbrido de tribalismo, socialismo, nacionalismo e islam político, plasmado finalmente con la publicación de su famoso “Libro Verde” en 1975. Son los años de Plomo. Entre mediados de los setenta e inicios de los 90, con el apoyo tácito de la URSS y de sus aliados del pacto de Varsovia, Gadafi se convirtió en el principal padrino y pagador del terrorismo internacional de extrema izquierda, supuestamente revolucionario y anti-imperialista. ETA, las badder Meinhoff alemanas, el IRA irlandés, las FARC Colombianas o Fatah y las diversas organizaciones terroristas palestinas…, todas recibieron apoyo económico y militar del régimen libio. Pero Gadafi fue todavía más allá y sus temidos servicios secretos fueron los autores de sangrientos atentados terroristas como el de la discoteca “Labelle”, frecuentada por militares estadounidenses, en Berlín (1986) o el de la localidad escocesa de Lockerbie dos años más tarde, en 1988. Este apoyo le salió caro. Libia fue aislada internacionalmente y la administración Reagan bombardeó su palacio de Bab Aziziyah en Trípoli y sus bases en Bengasi como represalia por el atentado de la discoteca “Labelle” (operación "Dorado Canyon"). Gadafi sobrevivió a las bombas, pero no así una de sus hijas adoptivas, Hana.

A mediados de la década de los noventa, sin el apoyo de la URSS, con un importante embargo internacional y un notable crecimiento de la oposición interna, especialmente de los islamistas, parecía que el régimen daba sus primeros síntomas de descomposición. Pero Gadafi era un superviviente nato y mudó de piel, cual camaleón, para adaptarse a las circunstancias y al nuevo contexto internacional. En efecto, el dictador libio se desmarcó de su anterior patrocinio del terrorismo internacional y además prometió colaborar con la justicia para esclarecer la participación de los servicios secretos libios en varios atentados terroristas en suelo europeo, como el de Lockerbie, e indemnizar a sus víctimas. No sólo eso. Tras el brutal atentado terrorista del 11-S, el gobierno libio ofreció la colaboración de sus poderosos servicios secretos a británicos y norteamericanos en su ofensiva contra el terrorismo internacional y Al-Qaida, además de expulsar preventivamente a los miembros de Abu Nidal que quedaban en el país. Su renuncia a poseer armas de destrucción masiva en Diciembre del 2003 fue el paso decisivo para reintegrar a Libia en la comunidad internacional. Desde ese momento y hasta el pasado mes de febrero, Gadafi ha sido uno de mejores aliados de Occidente en la lucha contra el terrorismo internacional, en el control de los flujos migratorios desde África a Europa y uno de nuestros mejores proveedores de petróleo y gas. Su “jaima” se ha paseado por las principales capitales europeas, como Madrid, Londres o Roma, y dirigentes como Zapatero, Sarkozy o Berlusconi le han dado audiencias, se han hecho fotos con él y han aguantado sus excentricidades y su carácter histriónico. De hecho, Gadafi ha llegado a presidir la Asamblea General de las Naciones Unidas en Septiembre del 2009...

Su Carácter Megalómano, unido a su histrionismo, le ha acabado pasando factura. Su discurso el pasado 20 de Febrero en el que amenazaba con perseguir a los manifestantes calle por calle, casa por casa y puerta por puerta como si fueran ratas, le hizo inaceptable para los gobiernos europeos y estadounidense, firmemente comprometidos con el cambio político en el mundo árabe tras las dudas iniciales, plasmadas con el apoyo de Sarkozy a Ben Ali en Túnez y las dudas de Obama con los manifestantes de la plaza Tahrir que se manifestaban contra Mubarak en Egipto. La continuación de la historia es sobradamente conocida: la resolución de las Naciones Unidas para la intervención de la OTAN en Libia, la zona de exclusión aérea, la militarización de las protestas y el inicio de la guerra civil entre partidarios y detractores del excéntrico dictador, la caída de Tripoli en Agosto y el capítulo final con su detención, humillación pública y ejecución tras la caída de su último gran bastión, Sirte, su ciudad natal hace escasamente una semana. Gadafi es ya historia. Su mandato fue una brutal dictadura que osciló entre el drama, la pelicula de terror, la comedia y la tragedia. Su fin debería haber sido diferente. Gadafi debería haber sido juzgado por sus crimenes por un Tribunal Internacional o Libio. Su brutal linchamiento y posterior ejecución a manos de los milicianos rebeldes no es un buen comienzo para la transición democrática en Libia, cuyo futuro es todavía una inquietante incognita.